Son continuos los debates, cursos y sesiones que sobre este tema se plantean a diario. También son continuas las imputaciones que, junto al precio, se relacionan por la calidad o no del servicio ofrecido en cada uno de nuestros despachos.
Pero algo que siempre debemos tener muy en cuenta, al determinar el precio que tenemos cada uno de nosotros en nuestro negocio y con el que nos enfrentamos a diario con ofertas cruzadas con otros despachos, es como hemos llegado al mismo y qué ofrecemos por este y el por qué del mismo.
¿Por qué planteo esto? ¿Qué quiero desarrollar con este punto? Está claro que en cualquier negocio, y no será menos el nuestro, el precio viene derivado de una serie de variables que todos nosotros conocemos y que apuntamos de igual forma a nuestros clientes para hacer rentables sus negocios.
Estos no son otros que los gastos que se producen para poder realizar nuestros servicios, al igual que asesoramos a nuestros clientes de su rentabilidad en los productos o servicios que estos efectúan.
Lo primero y fundamental en nuestro caso es el personal, cualificación, experiencia y rentabilidad.
Dónde están los limites de nuestro personal y cómo valoramos lo que dan y lo que puede llegar a asumir o producir cada uno de los componentes de nuestra plantilla.
¿Sabemos la carga real de trabajo que tienen? ¿Sabemos hasta dónde pueden llegar cada uno de los técnicos o auxiliares en número de clientes?.
Podríamos seguir realizando preguntas para conocer el grado de implantación de herramientas de control, que nos aseguren y den datos, números, realidades y conocimiento en nuestro negocio, con las cargas de nuestro personal.
Pero otro punto importante a la hora del tratamiento del precio es la mecanización e industrialización de los procesos que tengamos implantados en nuestro despacho.
Volveríamos a realizarnos algunas preguntas, ¿Cómo somos tecnológicamente en nuestros procesos? ¿Asumimos desde hace años esta mecanización como una inversión que mejore nuestra rentabilidad?
Una mecanización de procesos bien implantada mejora nuestra rentabilidad y, de hecho, el precio final al cliente en procesos de gestión que no tiene gran valor añadido, permitiendo incidir en otros componentes de gasto que pueden influir de una forma muy clara en el precio final que damos a un cliente que puede llegar al despacho.
Una buena gestión de información, almacenaje de documentación y comunicación con el cliente, puede reflejarse en un centro de producción y un punto de encuentro con el cliente; en suma, una oficina con menos metros en una mejor ubicación con un coste inferior. No es lo mismo 200 metros a 1.500 €, que 100 metros al mismos precio.
No solo será el precio de ubicación de nuestro despacho lo que conlleve esa mecanización, sino también que el valor técnico de nuestros profesionales aumentará, pues su dedicación será la de resolver problemas de carácter técnico.
Pero volviendo al título de nuestro artículo, qué tenemos en la cabeza al calcular el precio a un cliente, yo pienso que solo una cosa: tiempo que le dedicamos desde nuestra estructura en el servicio realizado, ya sea de valor o gestión.
Tiempo, dedicación de nuestros profesionales, organización, mecanización de procesos, comunicación con el cliente, etc., que nos lleva a un precio final que puede ser más o menos competitivo según conozcamos nuestro despacho y su organización con sus costes en cada uno de los procesos.
Este conocimiento es necesario, pero hoy debemos realizar y obtener el mismo con herramientas de gestión que nos den una toma de decisión, de control y desarrollo de negocio.
Desde el Centro de Innovación de Despachos han sido puestas en común muchas de las mismas, y quieren ser compartidas con los despachos.
Conocerte internamente, saber las cargas y tomar decisiones es plantear nuestros despachos como un negocio.
Tener tecnología y evolucionar con ella es tener un futuro que todos queremos, y que además influirá a la hora de dar ese precio a un cliente que finalmente se aproxime a nosotros.
Por eso quiero deciros que el precio es tiempo y el tiempo es gestión de nuestro despacho; y la gestión de nuestro despacho puede hoy estar en tus manos.
No lo dudes y deja que estemos contigo y compartamos nuestro conocimiento desde Centro de Innovación de Despachos.
Ayudo a los Despachos Profesionales en los Procesos y la Tecnología. Licenciado en Derecho, Máster en Asesoría Fiscal y Abogado colegiado. Más de 15 años de experiencia en la dirección de Despachos Profesionales. Inversor en startups tecnológicas y fundador del Centro de Innovación de Despachos Profesionales.